Han tenido meses para planificar un plan de transporte alternativo para el momento en el que tenía que cerrar el túnel de ancho convencional de Goya y cuando llega el momento de hacerlo, a partir de hoy, resulta que Renfe dejará a los usuarios del Cercanías afectados sin posibilidad de hacer transbordo. Una opción que había sido escogida por la compañía, rehusando poner un autobús propio o servicio de taxi para los damnificados y, en teoría, pactando con TUZSA la posibilidad de utilizar sin coste adicional el autobús público y, más concretamente, los de las líneas 51 y 52. Pero resulta que ayer la contrata del transporte urbano de la capital aragonesa no tenía noticias de Renfe ni constancia de que tuviera que permitir a sus pasajeros subir gratis para ir a Miraflores o al Portillo, como la propia operadora ferroviaria había anunciado públicamente el pasado viernes. No se podrá.
La compañía eludió explicar las razones que habían provocado semejante descoordinación y solo se justificó alegando "un problema de la operativa interna" que está en vías de solucionarse. Aunque quizá se debería empezar por ponerse en contacto con TUZSA, ya que sus responsables se enteraron por la prensa de lo que Renfe tenía pensado hacer y cuándo. Y aún no saben si técnicamente es posible hacerlo, limitándolo como pretenden solo a dos de sus líneas.
Pero eso no es impedimento para la compañía, que ayer insistió en que "en un primer momento no podrá ser válido pero estamos trabajando para que puedan hacerse transbordos con nuestra tarjeta lo antes posible", indicaron fuentes oficiales.
Lo que no aclaran es qué va a pasar con el viajero que llegue hoy a la estación del Portillo, vaya a buscar la parada de la línea 51 o 52 y cuando suba el conductor le diga que no puede hacer transbordo, que la tarjeta de Renfe no sirve. Eso es exactamente lo que TUZSA, a través de una nota interna, comunicó ayer a sus conductores: que no hay posibilidad de transbordo y que tienen que pagar por subir al autobús. Con suerte llevarán tarjeta bus para que les salga más barato. Y es que la información para advertir al viajero, por más que la media de uso del Cercanías en este tramo es de 90 pasajeros de media al día, ha sido inexistente en esta ocasión. Ni un aviso en las estaciones de la línea.
Ayer mismo seguían apareciendo en prensa las afecciones, la posibilidad de coger autobús de TUZSA pero no que tendrán que pagar. Igual hoy también deben informar sobre dónde presentar una reclamación o cómo piensan retornarles el dinero que ahora van a tener que desembolsar.
Fuente: El Periódico de Aragón (www.elperiodicodearagon.com)