lunes, 25 de enero de 2016

NOTICIAS - Adif plantea al ayuntamiento elevar la edificabilidad en los suelos del Portillo


El Ayuntamiento de Zaragoza puede tener la llave para intentar desbloquear la venta de suelo en la sociedad Zaragoza Alta Velocidad, que comparte con el Ministerio de Fomento y el Gobierno de Aragón. Lleva años sin vender un solo metro cuadrado y la última subasta acabó declarándose desierta. Aunque puede que no esté todo perdido. Al menos con ese espíritu se ha dirigido el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) al consistorio de la capital, que lleva varias reuniones técnicas con responsables de Urbanismo en las que, según ha podido saber este diario, ha planteado la posibilidad de levantar más viviendas en la pastilla del entorno de la antigua estación del Portillo, su activo más valorado.

Ahora solo tienen cabida unos 200 pisos y, sin concretar cifras por el momento, ha puesto a estudiar a la ciudad las posibilidades de revisar el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) para aumentar la edificabilidad de los terrenos que delimitan las calles Escoriaza y Fabro, Escrivá de Balaguer y la avenida Anselmo Clavé. Para hacer más apetecible en el mercado sus activos y, en caso de enajenarlas, poder reducir la millonaria deuda que arrastra con las entidades financieras.

Sólo conversaciones

Fuentes oficiales de Adif, por su parte, aseguraron que "no se ha presentado ninguna propuesta formal ni en firme". Incluso llegaron a asegurar que "no se contempla". "Se mantienen conversaciones con el ayuntamiento porque es un socio más de Zaragoza Alta Velocidad", afirmaron. Pero otras fuentes consultadas por este diario, en el consistorio, desmienten esta versión. En sus reuniones, sí han trasladado que se estudie esta posibilidad.

No sería, en cualquier caso, el primer movimiento urbanístico que solicita el gestor ferroviario para poner en valor estos suelos de propietario único: Adif. Ya se tramitó en la pasada legislatura el cambio de calificación de los terrenos junto a Anselmo Clavé en los que, además, se levanta el edificio de Correos y la antigua estación. En ellos se localizaban los únicos usos residenciales de la pastilla, y se cambiaron por el de equipamientos a cambio de permitir la construcción de viviendas en una parcela que existe junto a Escrivá de Balaguer, frente a la factoría Averly.

De hecho, este suelo estaba previsto que se sacara a pública subasta, había incluso empresas interesadas en la puja, pero sigue en la rampa de salida. Siendo, además, el activo más preciado de ZAV en la capital.

Pero puede que los primeros ingresos no tarden en llegar. Este mismo año y de la enésima subasta fallida de la sociedad pública. Se trata de las manzanas denonimadas M5 y M6, que están frente a la estación intermodal de Delicias y junto al nuevo centro de especialidades Inocencio Jiménez, en la avenida de Navarra. Esta acabó declarándose desierta, pero no porque no hubiera ofertas. Dos de los promotores privados más pujantes en la ciudad, Grupo Plaza 14 y Gestión Común, sí pujaron por ellas y ahora se puede cerrar su venta por un procedimiento negociado que podría reportar de forma inmediata más de 40 millones de euros. Quizá hasta los 41,8 --22,2 y 19,5, respectivamente-- por los que se pusieron en el mercado.

Pero en realidad son cuatro ofertas las que valorar en estos momentos, dos para cada una de las parcelas. Porque ambas licitaciones fueron excluidas en la subasta porque aunque cumplían con el precio que se pedía, no lo hacía con los plazos. Ahora Gestión Común aspira a quedarse con los dos terrenos, y dependerá de la contraoferta de la propia Plaza 14 para una de ellas y de Aparcamientos El Cubo en la otra. En el mejor de los casos, el ingreso lo percibirá en tres años.

Deuda de 274 millones

Sin embargo, ZAV y la propia Adif, que es quien capitanea la enajenación de espacios en la sociedad y las negociaciones a tres bandas, con el consistorio y con la DGA, para fijar una estrategia de comercialización, trata de convencer a todos de que el rebufo del despertar inversor en Zaragoza debe tener en el barrio del AVE y, sobre todo, en los suelos del Portillo una verdadera oportunidad de negocio.

Para afrontar la deuda con los bancos, de 274,67 millones de euros a finales del 2015, y para actuar con rapidez antes de que se devalúen más sus terrenos, que han caído, según sus propias estimaciones, entre un 10% y un 15% en el último año.

Sin embargo, lo más importante para los socios es, mientras no fructifique la renegociación con este pool bancario, cómo está estructurada la actual devolución de la deuda. Porque solo 146,5 de esos millones están repartidos en anualidades hasta el 2018. Los 128,17 restantes se confíaba devolvérselos con una venta de suelo que no se está produciendo. Y si esto sigue así, tanto el ayuntamiento como la DGA deberán abonar de golpe más de 32 millones de euros en el 2019, dueños del 25% del accionariado. Otros 64 le tocará pagarlos a Adif y a Renfe.

Fuente: El Periódico de Aragón