miércoles, 12 de octubre de 2016
NOTICIAS - Tren de la Costa: la Marina Alta contra el mundo
Hace unos días, los empresarios del Cercle Empresarial de la Marina Alta (Cedma) le pidieron al gobierno de Dénia la convocatoria de una gran manifestación por el Tren de la Costa. Tan grandilocuente petición tiene sus clarosocuros.
Hace años que se convocan movilizaciones sin que apenas se haya avanzando en la consecución de la anhelada conexión ferroviaria, aún enredada en los vericuetos burocráticos –estudios y más estudios, algunos de ellos de principios de este siglo– y en la falta de voluntad política a la hora de invertir los euros que hacen falta. Así que volver a echarse en la calle no parece que vaya a paliar el bloqueo histórico que sufre esta infraestructura.
Ahora bien, a lo mejor sí que ayuda a cambiar algunas otras cosas.
1.Contra la resignación
En primer lugar, a sacudir conciencias y ponerle fin a ese estado de profunda desesperanza que envuelve a la sociedad de la Marina Alta que –más allá de algunas promesas políticas que suenan a lo de siempre– parece haberse resignado a no contar con tren durante las próximas generaciones. Y la resignación es la mejor receta para no lograr nada.
2.Luchando contra gigantes
Pero sobre todo la petición del Cedma tiene un especial valor por el momento en el que se produce. Que es muy malo. Posiblemente, y aunque parezca mentira, el peor de la historia: ya no es que sigamos igual de lejos que hace unos lustros del tren –o más, después de que Fomento, en una histórica muestra de irresponsabilidad social, dijera que el mismo no es rentable–; sino que cada vez son más las entidades de la provincia que abogan porque el Tren de la Costa no comience por el tramo que más le interesa a a la Marina Alta, el de Valencia-Gandia-Oliva-Dénia, sino por el de Benidorm-Alicante y sus prolongaciones a Elx y al aeropuerto de El Altet.
Por esta última opción han apostado en especial la Diputación de Alicante –pese a que paradójicamente su presidente es el alcalde de Calp- y, como es lógico, los ayuntamientos de Alicante y Benidorm, con mucho más peso demográfico, económico y político que cualquier municipio de la Marina Alta.
Incluso, es evidente que a Hosbec, la todopoderosa patronal hotelera valenciana con sede en Benidorm, que en principio ha pactado con el propio Cedma acciones a favor del invento, le hará mucha más gracia la propuesta de la Diputación. Sobre todo porque le garantizaría antes una buena conexión con el AVE Alicante-Madrid. Y nadie en esta Comunitat se toma nunca a broma lo que dice Hosbec.
Esto de ver qué tramo se hace primero es mucho más que una carrera o una medalla. Si ya llevamos décadas esperando el tren, imagínense quedar relegado a la última fase del mismo. Eso por no hablar de que a lo mejor a Fomento se le ocurre cambiar de opinión y decir que el tramo Alicante-Benidorm, por sus poderosos padrinos, sí es rentable pero el de la Marina Alta, ese ya sí que no.
O sea que a ver si después de tantos años, los primeros que pidieron una conexión férrea allá por 1974 (cuando se cerró el enlace Dénia-Carcaixent) van a ser los únicos que se quedan sin ella. En esta tesitura, es obvio que cualquier manifestación no va a doblegar a tanto gigante pero al menos dará visibilidad a la problemática específica de la Marina Alta, comarca con un penoso déficit histórico en sus comunicaciones que en realidad sólo pide una cosita: un tren de cercanías con Gandia y Valencia bueno, bonito y barato, sin necesidad de los fastuosos y caros oropoles del Tren de la Costa, invento en realidad mucho más tardío.
3.¿Qué peso real tienen los empresarios de la Marina Alta?
Por supuesto, hará falta algo más que manifestaciones. Que por fin haya un gobierno en Madrid –sea del signo que sea– con el que dialogar; que los alcaldes de la comarca actúen sin fisuras políticas y pacten al fin un itinerario; que frente a los postulados de la Diputación, la Marina Alta cuente con la complicidad de la Generalitat; y que el propio Cedma demuestre que más allá de sus fronteras comarcales tiene cierto peso. A lo mejor no tanto como Hosbec pero sí algo. Al fin y al cabo, la primera naviera del mundo que aspira a abrir una línea regular entre los Estados Unidos y Cuba está aquí. Y pertenece al Cedma.
Y con todo eso a lo mejor la Marina Alta deja de estar sola contra el mundo. A lo mejor.
Fuente: La Marina Plaza