lunes, 8 de marzo de 2021

NOTICIAS --- Cuatro postores pujan por adquirir la estación de tren de la pedanía turolense de Villalba Baja


Fotografías de la estación AQUÍ

Un total de cuatro ofertas se han presentado a la subasta organizada por el Adif para vender la antigua estación de tren de la pedanía turolense de Villalba Baja. El edificio forma parte de la fallida línea ferroviaria Teruel-Alcañiz, cuya construcción, iniciada en el primer tercio del siglo XX, no llegó a terminarse y la infraestructura nunca entró en servicio. 

Una de las ofertas está firmada por el Ayuntamiento de Teruel, que participa en la subasta a instancias de la Federación de Asociaciones Vecinales de la capital provincial, con el objetivo de garantizar la titularidad pública de la estación de cara a futuros aprovechamientos. 

El Adif, que sacó a concurso la propiedad del edificio y de los terrenos circundantes –unos 15.000 metros cuadrados de superficie– por 43.020 euros, está valorando las propuestas recibidas y en los próximos días resolverá a quién adjudica la finca. Desde esta entidad pública empresarial, que depende del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (Mitma), expresan su “satisfacción” por el número de ofertas recibidas, pues apuntaría a un interés por dar alguna utilidad a la construcción ferroviaria. 

La alcaldesa pedánea de Villalba Baja, Belén Sandalinas, explica que, a excepción del tejado, que se ha hundido, el edificio principal está bien conservado, al haber sido construidas sus paredes con travertino, un tipo de roca que se extrae de la propia pedanía y que "es muy resistente". 

Para Sandalinas, la estación podría convertirse en un complejo deportivo que prestara servicio, no solo a Villalba Baja sino también a la población de la capital turolense, a solo 8 kilómetros de distancia. Otra opción es transformarla en un centro de interpretación sobre la vida en las cuevas andalusíes que existen en las cercanías de este barrio rural y para cuya apertura al turismo se están dando ya los primeros pasos. 

"Que dé vida al pueblo" 

“Tenemos muchas ideas, pero lo importante es que aquello que se haga sirva para crear puestos de trabajo y dar vida al pueblo”, afirma la alcaldesa de Villalba Baja. La pedanía, con unos 200 habitantes, tiene panadería y bar, pero carece, entre otros servicios, de tienda de alimentación y de un alojamiento hostelero. Salvo cuatro vecinos jóvenes que se dedican a la ganadería, el resto trabaja en la capital turolense. 

La alcaldesa no oculta su temor a que las instalaciones ferroviarias puedan pasar a manos particulares “y no se les dé ningún uso” y recuerda que por este motivo se presionó al Ayuntamiento turolense para que participara en la subasta. 

Tras la estela de Perales del Alfambra 

De aquella frustrada línea ferroviaria Teruel-Alcañiz –ahora candidata a convertirse en una vía verde en uno de sus tramos, el que va de Teruel a Utrillas– quedan en pie media docena de estaciones. Además de la de Villalba Baja, se conservan las de Alfambra, Perales del Alfambra, Valdeconejos, Alcorisa y Calanda. 

El único municipio que ha logrado dar un uso a estas instalaciones es Perales del Alfambra. A 27 kilómetros de Villalba Baja, esta localidad es el ejemplo de que los antiguos apeaderos pueden ser recuperados del olvido. El Ayuntamiento, con 250 vecinos, ha convertido la estación –cedida al pueblo por el Adif por un plazo de 99 años– en una piscina climatizada, un campo deportivo abierto y un hostal-albergue. Su alcalde, Francisco Javier Lahoz, explica que con ello se han conseguido dos objetivos: mantener el patrimonio histórico y crear puestos de trabajo que asientan población en la zona. “Creemos que ha sido muy positivo”, subraya. 

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