sábado, 11 de noviembre de 2017

NOTICIAS --- De catedrales del campo a esqueletos en busca de una nueva vida


Se ganaron el sobrenombre de 'catedrales del campo' por sus imponentes dimensiones. Los silos, esas estructuras erigidas por el Estado en la primera mitad del siglo XX para almacenar el grano, forman parte indiscutible del paisaje rural español a pesar de que muchos de ellos llevan casi tres décadas en desuso y a día de hoy siguen deteriorándose poco a poco.

Entre 1944 y 1984 se levantaron en España 663 silos y 275 graneros con una capacidad total de casi 2,7 millones de toneladas de grano. Por aquel entonces, el trigo funcionaba en régimen de monopolio estatal y los otros cereales también se encontraban sometidos a precios de intervención, por lo que esa Red Nacional de Silos se utilizaba para comprar y almacenar la materia prima por parte del Estado y venderla después de forma homogénea a lo largo del año, evitando así fluctuaciones y distorsiones en función de las cosechas.

De hoteles a parques de bomberos

Con el fin del monopolio triguero y la incorporación de España a la Comunidad Económica Europea en 1986, la intervención pública pasó a estar muy limitada y solo 141 silos y graneros quedaron como parte de una Red Básica de Almacenamiento Público. El resto, con el tiempo, fueron transferidos a las comunidades autónomas y los ayuntamientos. Algunos encontraron pronto un nuevo uso, como el de Sos del Rey Católico, que se convirtió enseguida en un parque de Bomberos. El de Borja tuvo que esperar algo más y no fue hasta el 2003 cuando se rehabilitó para albergar también el parque de bomberos voluntarios de la localidad.

En otros casos, el Gobierno de Aragón ha realizado cesiones para la ubicación de un punto para el abastecimiento de servicios básicos al municipio, como es el caso de Aliaga, aunque más paradigmático resulta el caso del silo de Bello, que en 2015 se transformó en un establecimiento hotelero tras salir a subasta autonómica un año antes. Sus actuales dueños supieron ver las posibilidades de un inmueble de 415 metros cuadrados ubicado en una finca de 1.440 junto a la laguna de Gallocanta, de modo que pujaron por él y consiguieron transformar su torre en un observatorio astronómico y un mirador sobre la laguna.

Esta misma semana, además, la consejería de Hacienda y Administración Pública del Gobierno de Aragón ha firmado un acuerdo para ceder al Ayuntamiento de Tarazona un silo ubicado en la localidad cuyo valor ronda los 30.000 euros para destinarlo a ludoteca municipal.

Pero en el último inventario de inmuebles hecho público por el Gobierno de Aragón figuran 32 silos de propiedad autonómica y muchos de ellos siguen en desuso.

Subastas estatales

Además, el Fega mantiene la propiedad en Aragón de 29 silos que formaban parte de la Red Básica de Almacenamiento. Otros ocho ya han sido vendidos en los dos últimos años a través de distintas subastas. En su mayoría a cooperativas agroalimentarias y por un total de algo más de 3 millones de euros. Seis de los 29 silos restantes están a la venta por el procedimiento de adjudicación directa (Barbastro, Binéfar, Monzón, Tardienta, Ejea de los Caballeros y Casetas) y, además, en diciembre se subastarán otros seis por un valor que supera los 2,8 millones de euros: los de Alcañiz, Cariñena, Gallur, Mallén, Quinto de Ebro y la Carretera de Castellón en Zaragoza.

Proyecto silos

Como han demostrado en Aragón algunas de las experiencias mencionadas, los silos pueden aspirar a albergar usos distintos de los que fueron diseñados. Lo saben bien en Proyecto Silos, un colectivo cultural integrado por arquitectos que pretende difundir, poner en valor y rehabilitar los silos en desuso como parte del patrimonio industrial español.

Fuente: Heraldo de Aragón