jueves, 25 de octubre de 2018

NOTICIAS --- El Consorcio alerta a Carmena: su plan puede provocar colapso en el transporte público


El Consorcio Regional de Transportes quiere más información sobre Madrid Central, la iniciativa diseñada por el ayuntamiento de la capital para restringir el tráfico en el centro de la ciudad, reducir la contaminación y fomentar el transporte público. En una carta enviada el pasado 11 de octubre, el Consorcio (del que forma parte el propio consistorio) muestra su "preocupación" por esta medida, ya que el Gobierno local dirigido por Manuela Carmena no ha enviado los estudios previos "en que se concreten las consecuencias de una actuación de este calado".

Esta falta de previsión, alerta el Consorcio, puede provocar cierto colapso en algunos medios de transporte, sobre todo en el metro. La ecuación es sencilla. Los madrileños que tengan que abandonar el coche privado tendrán que utilizar el transporte público. No queda otra. El propio gerente del Consorcio señaló este viernes en la Asamblea de Madrid que el "caos circulatorio" que hay en la capital provocado por algunas medidas de restricción ya aprobadas en los últimos meses por el ayuntamiento ha conllevado un descenso del uso de los autobuses de la EMT y un importante aumento de los viajeros del suburbano.

"La demanda ha subido en todos los operadores de transporte [metro, autobuses interurbanos y Cercanías] una media del 4% en 2017, mientras que en EMT ha bajado un 0,5%. Por el caos circulatorio. Sin duda, es evidente. Es un hecho". Las distintas obras realizadas por el consistorio en superficie también se reflejan en los datos de este año. Así, en mayo el número de viajeros en la EMT descendió un 2%, en junio un 1,3% y en julio el 8,3%. En el suburbano, la demanda creció un 4,9% en mayo, un 1,9% en junio y un 6% en julio. Metro tiene en 2018 una media diaria de 100.000 viajeros más que en 2017.

"Una medida de este alcance va a provocar, sin duda, importantes efectos, no solo sobre la movilidad de los vehículos en una zona estratégica de Madrid sino también en la actividad comercial y en la vida cotidiana de quienes van a trabajar, a comprar, o a visitar el centro para hacer turismo o realizar cualquier gestión. Dadas estas circunstancias, entendemos que el ayuntamiento habrá realizado, con carácter previo a la implantación efectiva de esta medida, los necesarios estudios, no solo de movilidad sino de carácter económico y sociológico, en los que se concreten las consecuencias de una actuación de este calado", señala la carta del Consorcio.

"Consideramos imprescindible que el Ayuntamiento de Madrid nos dé traslado de dichos estudios, que a día de hoy desconocemos, a los efectos de establecer, con el tiempo suficiente, el dispositivo de transporte público necesario para dar una respuesta proporcionada y eficaz al previsible incremento de la demanda". El consistorio prohibirá a partir del 23 noviembre (coincidiendo con el Black Friday, el día de mayores ventas del año) acceder y aparcar en el centro a los vehículos que no tengan distintivo ambiental. Es decir, a aquellos diésel matriculados antes de 2006 y los gasolina antes del año 2000, lo que se traduce, según datos de la DGT, en el 38% del parque móvil de la Comunidad de Madrid y entre el 17% y el 20% de los coches y motos que circulan por la capital.

Las restricciones al tráfico también sumarán otras medidas. Por ejemplo, el ayuntamiento ya ha empezado a quitar carriles al tráfico en la calle Recoletos, entre la calle Prim y la plaza de Cibeles, y en la calle Alcalá, entre Cibeles y Barquillo. Estos cambios "favorecerán la movilidad peatonal en las que se convertirán en puertas de entrada a Madrid Central". También en noviembre se inauguran las nuevas aceras de la Gran Vía y el consistorio ya está trabajando en ampliar las aceras en el paseo del Prado para dar más espacio al peatón.

Un portavoz del ayuntamiento asegura que Inés Sabanés, la delegada de Movilidad, contestará al Consorcio "con una carta que demuestra el absoluto desconocimiento de sus propias competencias, además de su profunda irresponsabilidad". Para el consistorio, "la planificación del transporte es competencia del Consorcio, en el que tiene mayoría la comunidad. Es decir, su función no es solo opinar, sino coordinar. Inés Sabanés lleva cuatro meses pidiendo la convocatoria de la comisión de Seguimiento, que es la encargada de coordinar las necesidades derivadas de restricciones de tráfico. La presidencia del Consorcio es la responsable de convocar esta comisión y nunca lo ha hecho, ni siquiera a petición expresa y reiterada del ayuntamiento de Madrid".

Madrid Central afecta a 472 hectáreas. Comprenderá la calle de Alberto Aguilera, glorieta de Ruiz Jiménez, Carranza, glorieta de Bilbao, Sagasta, plaza de Alonso Martínez, Génova, Colón, paseo de Recoletos, plaza de Cibeles, paseo del Prado, Cánovas del Castillo (Neptuno), paseo del Emperador Carlos V, ronda de Atocha, ronda de Valencia, glorieta de Embajadores, ronda de Toledo, Puerta de Toledo, ronda de Segovia, cuesta de la Vega, calle Mayor, calle Bailén, plaza de España, calle Princesa y calle Serrano Jover.

El ayuntamiento asegura que ha estudiado la demanda y ya tiene preparados refuerzos de EMT por si fueran necesarios. "Además, el consistorio cuenta con un grupo operativo para el plan de movilidad de Madrid Central, en el que está invitado el Consorcio. Por otro lado, el ayuntamiento ha conocido que el Consorcio aún no ha preparado los refuerzos habituales de Navidad en el metro. Es impresentable que la Consejería de Transportes utilice el Consorcio y el transporte regional para tapar el caos de Metro. Y verdaderamente decepcionante que una Administración se pueda quejar de que se use más el transporte público, cuando es el mayor aliado en la lucha contra la contaminación, que es ni más ni menos una cuestión de salud pública".

El equipo de Inés Sabanés señala que tiene estudios de tráfico y de emisiones. "También se sabe que la mayor parte de los viajes que atraviesan el centro es para atravesar la ciudad, no para ir al centro, a donde la gente va de forma muy mayoritaria en transporte público y a pie, medios que se verán beneficiados por la medida. Hay numerosas formas de llegar y unas 6.000 plazas de aparcamiento subterráneo en el centro". Las políticas de Carmena han eliminado desde 2015 unos 30 kilómetros de carriles destinados al vehículo privado entre peatonalizaciones, nuevos itinerarios ciclistas y ensanchamiento de aceras.

Fuente: El Confidencial