sábado, 4 de marzo de 2017

NOTICIAS - El entorno del Portillo podría abaratarse unos 11 millones


El Ayuntamiento de zaragoza quiere impulsar una redefinición de los objetivos que en su día se enmarcaron en el convenio del AVE y, tras la reunión del alcalde, Pedro Santisteve, con el ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, hoy se ve un poco más factible con el grupo técnico que se va a crear con las dos administraciones y la DGA para elevar una propuesta a Zaragoza Alta Velocidad (ZAV). Y la apuesta parte por repensar enclaves estratégicos y coser cicatrices como la que hoy representa todo el entorno de la antigua estación del Portillo. Una zona en la que, como mínimo, se podrían ahorrar unos 11 millones de euros.

El Portillo se le trasladó a De la Serna como paradigma de cómo poder desbloquear la inacción en el desarrollo de unos suelos que se enclavan en el centro de la ciudad y que contribuiría a un despegue con decisiones tan decisivas, le expusieron al ministro, como renunciar a demoler el edificio que ahora ocupa Correos, que junto a la descontaminación de los suelos costaría en torno a dos millones de euros. Su elevado coste, expusieron, ha motivado que no se haya hecho absolutamente nada, cuando el convenio preveía sacar a la venta ese suelo.

Ahí, en principio, se preveía la construcción de viviendas, pero esta factura provocó que hubiera un cambio de uso de las parcelas para trasladar el residencial a un suelo, contiguo a la calle Escrivá de Balaguer, que está en desuso. La decisión convertía este terreno en la joya del catálogo y una de las más valiosas en Zaragoza, ya que la edificabilidad permitía construir más de 200 viviendas en una torre de hasta 20 alturas. Pero nunca se ha puesto en el mercado.

Otro de los objetivos a repensar es el del futuro de la propia estación, hoy en funcionamiento con decenas de trabajadores de Renfe y Adif y el centro de control de mando de la red convencional de trenes en Aragón. Santisteve le explicó al ministro que los planes de ZAV contemplaban una demolición y traslado de este centro que suponía un desembolso cercano a nueve millones de euros. No es de extrañar que se haya renunciado a ello pero, ¿no merece la pena reorientar el objetivo?

En la conversación con De la Serna, coincidían en la necesidad de hacer «viable» el proyecto de Zaragoza, más asequible y menos centrado en la obtención de ingresos para reducir una deuda que hasta el 2025 puede seguir viva. Y, mientras tanto, intentar la venta de suelo o, quizá, con su implicación, hacerlo más apetecible en el mercado. En esa línea prometieron trabajar.

Fuente: Periódico Heraldo de Aragón