lunes, 11 de julio de 2016
NOTICIAS - Los robos en las líneas ferroviarias de Aragón descienden casi un 88%
Cuatro años ha costado acabar con los numerosos robos de cable de cobre y otros materiales que sacudían, de forma constante y en niveles muy altos, las líneas del ferrocarril. Las medidas emprendidas por el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) en los últimos tres ejercicios empiezan a dar sus frutos y solo en Aragón el descenso de sustracciones de material casi alcanza el 88%.
De hecho, el alarmante repunte que se venía produciendo desde el 2013 ahora parece solo algo residual. En los últimos datos oficiales disponibles, de enero a abril del 2016, los registrados hasta ahora en las tres provincias solo suman cuatro robos, uno en cada en mas, tres de ellos en Zaragoza y ninguno en Huesca. Un dato significativo si se tiene en cuenta que hace solo un año eran 33 y en los dos anteriores se superaba con facilidad la barrera de los 40 en la comunidad autónoma.
Una alegría en las estadísticas que coincide con la mayor apuesta de Adif en su lucha contra la fiebre por el cable de cobre que existe entre estos delincuentes habituales o esporádicos azuzados por la crisis económica. Se trata del contrato que a nivel nacional va a poner en marcha este mismo año para que todas las reposiciones de cable en la red ferroviaria --convencional y de alta velocidad-- se harán con aluminio. Un cableado de más diámetro pero "con escaso valor en el mercado" donde se colocaba habitualmente el material robo.
Este será el que aparezca en el estoc para distribuirlo por toda la península. Aunque poco habría que gastar este año en las líneas aragonesas. Según los datos de Adif, "tres de los robos se dieron en las líneas de tren convencional y uno en la de alta velocidad", este último en Zaragoza, uno de los tres que se han contabilizado en la provincia. La cuarta sustracción se produjo en la de Huesca, también en la red de ancho ibérico.
Sólo uno en el AVE
Por tipo de robo, en este 2016 atrae más a los ladrones el material ferroviario que el propio cableado, ya que solo en un caso se sustrajo cobre, tan ansiado en el mercado negro. Hoy se puede pagar por él más de cinco euros por kilo, preciado botín pese a que en solo seis años se ha devaluado a la mitad del precio que tenía. Aún así está muy cotizado entre los metales a sustraer. Ahora, por el aumento del control en las instalaciones o las medidas adoptadas para impedirlo, parecen tener más éxito las traviesas o carriles que también se llevan de la red.
Pero de una manera muy residual ahora en comparación con lo que se venía produciendo desde el 2013. Ese año se contabilizaron 39 casos en esos mismos cuatro meses --de enero a abril--, pero venía en una tendencia ascendente que se corroboró en el siguiente, en el 2014, con un total de 49 sustracciones denunciadas, la cifra más alta de los últimos ejercicios y más alarmante aún por el crecimiento exponencial que se venía produciendo en Cataluña de robos.
De hecho es en la comunidad vecina donde primero ha aparecido el aluminio en la infraestructura ferroviaria: en el polémico tramo de Borges Blanques-Alcover está en licitación su instalación y en el de Gelida-Barcelona ya se está colocando. No se dará así en Aragón. Entrará en un lote que a nivel nacional funcionará echando mano de un estoc en el que el aluminio será el único material de recambio.
Fuente: El Periódico de Aragón