martes, 6 de junio de 2017

NOTICIAS --- El futuro de ZAV pasa por abaratar la urbanización o 1.500 pisos más


La sociedad pública Zaragoza Alta Velocidad (ZAV) y, especialmente el Gobierno central como socio mayoritario, buscan una solución urgente a sus problemas económicos que ahora son menos desde que se consiguió alargar hasta el 2025 la devolución del préstamo bancario de más de 320 millones de euros y ganar así seis años de respiro. El Ministerio de Fomento, a través del Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif), ya le advirtió en marzo al alcalde de Zaragoza, Pedro Santisteve, que ha llegado la hora de tomar decisiones para hacer apetecible en el mercado los miles de metros cuadrados que llevan años sin vender. Y ahora se manejan en dos opciones bien distintas: aumentar los aprovechamientos y permitir que se levanten 1.500 pisos más de los previstos o abaratar el proyecto de urbanización y rebajar las cargas para futuros compradores, como defiende la ciudad.

No es difícil situar a cada uno de los socios en cada alternativa, con un Gobierno de Aragón que sigue expectante a que avance la negociación. Esta, en realidad, está a punto de comenzar, este mes, entre Adif y el ayuntamiento. Un diálogo en el que la edificabilidad sería la clave para quienes desean acortar la deuda con los bancos a la mayor celeridad posible –los ingresos por las ventas irían directamente a amortizar préstamo–.

Y, frente a ellos, se sitúa el ayuntamiento, que ya tiene miles de viviendas por construir en zonas como Arcosur, a la que se le pondría más complicado pasar de las 3.901 viviendas actuales que permite la calificación como residencial de los suelos de Delicias y El Portillo a que estas sean más de 5.400.

El consistorio se niega en rotundo a esta opción, además, porque considera que su alternativa hace igualmente atractivo en el mercado inmobiliario las parcelas que ZAV necesita vender más que el aire que respira. La propuesta se la hizo llegar el alcalde Santisteve al ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, el pasado mes de marzo, y asegura el Gobierno de Zaragoza en Común (ZeC) que este está de su parte, que entiende y comparte su idea.

Esta pasaría porque Adif renunciara, igual que ha hecho Zaragoza con otros proyectos emblemáticos como el túnel de la A-68 o la remodelación de la avenida Navarra, al traslado de sus instalaciones de la vieja estación del Portillo (tiene el centro de control de tráfico de Media Distancia) a la intermodal de Delicias y a la demolición del edificio que ahora ocupa Correos en régimen de alquiler. La demolición de la primera y los trabajos de mudanza suponen más de 8 millones de euros. El derribo del otro edificio y otros trabajos adicionales, de 2 a 4 más. Serían unos 12 millones a descontar de la urbanización, es decir, de las cargas para un hipotético comprador.

En una zona en la que, además, está la joya del patrimonio de ZAV: la torre de 20 alturas con 220 viviendas, enfrente de la antigua Averly. Esta sigue sin salir a la venta porque la recalificación que aprobó el ayuntamiento para permitirlo (era de uso terciario y se permutó con otro suelo de la pastilla) está en los tribunales. Lo llevó Adif porque incluía la desafectación del suelo ferroviario y, por tanto, esa renuncia al traslado de la estación y la demolición del edificio de Correos.

Pero es pronto para saber si ese diálogo dará sus frutos. Adif y el ayuntamiento deberán hablar de esto y de más cosas, ya que en cartera para esas reuniones también está el avance prometido para hacer la prolongación de Tenor Fleta.

Fuente: El Periódico de Aragón