lunes, 11 de febrero de 2019
NOTICIAS --- 'Pasaje a la India' de Sánchez con Adif y 5.000 millones en proyectos ferroviarios
India se ha convertido en el objeto de deseo de todas las compañías mundiales que tienen algo que decir en el sector de las infraestructuras ferroviarias, y la alta velocidad española no se ha querido quedar al margen de ello. La próxima visita que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, tiene previsto hacer en primavera (marzo) a aquel país servirá para apuntalar un paquete de contratos para las empresas españolas, de la mano de los estudios de viabilidad que ha realizado Adif en algunos de los tramos más importantes del llamado ‘High Speed Diamond Quadrilateral’ que pretende unir las cuatro capitales indias más importantes (Delhi, Bombay, Calcuta y Madrás) con cerca de 10.000 kilómetros de vías de alta y media velocidad.
A finales del año pasado y después de más de un lustro de colaboración, Adif presentó al ministerio de Ferrocarriles indio y su corporación encargada del desarrollo de la alta velocidad el planteamiento para instalar vías y trenes en los primeros 133 kilómetros de la línea que pretende atravesar el país para unir Calcuta con Bombay, a lo largo de casi 2.000 kilómetros.
Adif firmó un Memorando de Entendimiento para realizar el estudio de viabilidad de toda la línea en 2012, y cuatro años después recibió el encargo de centrar los trabajos en la mitad, entre Bombay y Nagpur (772 kilómetros). Solo el primer tramo de 133 que saldrá ahora a licitación bajo las premisas técnicas marcadas por Adif va a suponer unas inversiones de 3.440 millones de euros (incluido el material rodante), que pueden llegar a convertirse en más de 19.300 millones cuando se llegue a la mitad del recorrido y de cerca de 49.000 millones, a largo plazo, para todo el corredor.
Ese tramo uniría dos de las capitales más importantes para la economía del India en apenas doce horas, algo que ahora cuesta hacer casi cinco días, con unos estándares de tecnología y seguridad similares a los que se tienen en las líneas más avanzadas de Europa. Una de las claves con las que se trabaja en India y de la que España es el mejor ejemplo, es la opción de mezclar la alta velocidad, de hasta 350 kilómetros hora, con la velocidad media menor, de entre 110 y 160 kilómetros.
No hay que desdeñar que en India ya existe una gran red de vías convencionales parecidas a las españolas, que se pueden mezclar con las más estrechas de alta velocidad, como se hace en nuestro país, con la tecnología que se ha desarrollado para ello por empresas como CAF o Talgo, o por multinacionales como Alsthom, Siemens o Bombardier, todas ellas con fábricas implantadas en territorio español.
Cercanías para Delhi
El apoyo institucional para que España sea un de los grandes ‘players’ del mercado ferroviario indio es importante ante la pujanza que en esa zona tienen los competidores tradicionales de este tipo de infraestructuras, como Alemania o Francia, a los que se añade la opción del ‘tren bala’ japonés, que ya ha entrado en algunos tramos de la zona este del país, o la presión de los ferrocarriles chinos, que de ser uno de los grandes consumidores de tecnología occidental para sus vías, se han convertido ahora en grandes competidores en los mercados internacionales.
El golpe de mano que daría la opción española en la línea que une los dos mayores centros económicos del país se completa con la colaboración que también ha abierto Adif y que podrá corroborar Sánchez para hacerse con el desarrollo de las líneas regionales y de cercanías del entorno de la capital, Delhi. Se trata del desarrollo de su ‘Red Rápida Ferroviaria Regional’ en la que están implicados cuatro estados en torno a la capital y cuyo objetivo es crear un sistema ferroviario en esas zonas con trenes de velocidad media (160 kilómetros hora), con frecuencias altas y de alta capacidad, de forma que puedan realizar también transporte multimodal de mercancías.
Ene se escenario, Adif acaba de presentar un plan de operaciones para el corredor entre Delhi y Meerut, de 90 kilómetros de distancia, con trenes rápidos para el tramo final y otros trenes tipo Metro, en una operación que puede suponer más de 1.500 millones de euros de inversión, que supondrá la implantación de sistemas avanzados de seguridad y gestión del tráfico.
Fuente: La Información