Como ya es sabido, el Ejecutivo aragonés se comprometió con el ayuntamiento zaragozano a colaborar en la financiación de esta primera línea de tranvía en la ciudad, un acuerdo cerrado en la comisión bilateral entre ambas instituciones.
Tanto la DGA como el consistorio aportarán, en varios años, 65 millones de euros, lo que supondrá 130 de los 400 millones que costará la obra. El grueso de la inversión tendrá que afrontarlo la empresa que resulte adjudicataria de la obra, que, a cambio, tendrá una concesión de explotación por un periodo de 40 años y el control de la sociedad gestora, con una representación del 80% (DGA y ayuntamiento se repartirán el 20% restante).
Hoy, el Consejo de Gobierno prevé dar el visto bueno al convenio, de cuya firma tendrá que encargarse el departamento de Obras Públicas. El consistorio ya ha diseñado un plan financiero, con la esperanza de poder pagar la parte que le corresponde de la obra en un periodo de seis años. El millón ya citado en este año para asumir la redacción del proyecto (al que se añade otro procedente de la DGA y ocho más de la adjudicataria); otros cinco millones en el 2010; diez millones más en los siguientes ejercicios hasta el 2014 y, por último, quince millones en ese último año y en el 2015.
Como ya se ha indicado, la Administración autonómica tendrá que aportar idénticas cantidades. Aunque esta todavía no ha dado luz verde al plan financiero necesario, sí es cierto se espera que lo haga con rapidez. El consistorio zaragozano ya dio salida al suyo el penúltimo día del pasado año.
El ayuntamiento quiere que las obras comiencen en el primer semestre de este mismo año, para que un primer tramo de la línea norte-sur, en concreto, el tramo entre Valdespartera y Gran Vía, pueda entrar en funcionamiento en el primer semestre del 2011.
Fuente: El Periódico de Aragón (www.elperiodicodearagon.com)