El debate ficticio sobre si se iban o no a paralizar las obras del tranvía cuando finalizara la primera fase entre Valdespartera y plaza Paraíso no tiene nada que ver con lo que se está haciendo sobre el terreno. Antes de que CHA lo llevara al Debate sobre el estado de la ciudad exigiendo la continuidad de los trabajos y que el alcalde de Zaragoza, Juan Alberto Belloch, la garantizara, ya se habían dado los primeros pasos de la segunda fase.
Hace dos semanas que empezaron los primeros trabajos en las cocheras que se ubicarán entre Parque Goya y Juslibol, en una parcela de unos 19.000 metros cuadrados propiedad del Gobierno de Aragón. Se realizó el estudio geotécnico previo al inicio de las obras en estos suelos, contiguos al Centro de Menores de la DGA y al Vial Norte. Un grupo de apenas cinco operarios acometieron las catas en el terreno, en el que se hizo un leve movimiento de tierras, rebajando la rasante en algunas zonas entre 50 centímetros y casi dos metros, y dos topógrafos analizaron las dificultades que ofrecen estos suelos.
Movimiento de tierras.
Entre ellas se encuentra la acequia que conecta con Juslibol, que deberá cubrirse cuando empiecen las obras, o el desnivel que ofrece en uno de los extremos de la parcela. El movimiento de tierras en este punto deberá ser mucho mayor que el que se acometió en Valdespartera, aunque no tendrá afecciones como las que se encontraron entonces, cuando se tuvo que desviar la vía verde o ensanchar el vial de acceso desde la carretera de Valencia.
En este caso, la entrada a cocheras se hará directamente desde el Vial Norte que está a menos de un metro de la rasante de estos suelos. Más de una decena de estacas delimitan la superficie que ocuparán las cocheras en este punto, en el final de línea, donde además no está previsto construir tantas instalaciones como en el caso de Valdespartera. En Parque Goya se guardarán una docena de tranvías cuando esté funcionando y también tendrá un nave de mantenimiento, pero no oficinas para el centro de control o el punto de atención al usuario, que estará al otro extremo de la línea.
Los trabajos del estudio geotécnico duraron cinco días y, aunque eso no garantiza un inicio inminente de los trabajos, ni siquiera que la segunda fase vaya a empezar por las cocheras, los plazos coinciden con el comienzo de la primera fase, ya que las catas en Valdespartera se hicieron pocas semanas antes del inicio de las obras de la infraestructura.
Como curiosidad, el inicio de las obras de las cocheras supondrá que los vecinos que utilizan estos suelos para cazar pájaros con red (jilgueros y verderones) deberán buscar otra ubicación. Estos aseguraron que cuentan con permiso y que han estado conviviendo con las máquinas del tranvía, que han respetado su dispositivo de captura, con una red de nueve metros cuadrados desplegada en el suelo con cuatro pequeñas jaulas con pajarillos en su interior y unas cuerdas para la caza. Llevan años haciéndolo en esta parcela y ahora asumen que tendrán que emigrar.
Fuente: El Periódico de Aragón (www.elperiodicodearagon.com)