viernes, 26 de agosto de 2016
GALERÍA FOTOGRÁFICA - Locomotora de vapor de las minas de Barruelo
Es una locomotora minera muy especial del Museo del Ferrocarril de Madrid, pues es la única pieza de material motor de vía estrecha incluida en la colección.
Su pequeño tamaño le dio el sobrenombre de “maquinilla”. Se trata de una locomotora de vapor saturado de dos ejes acoplados, fabricada en 1882 por la casa belga Marcinelle & Couillet, con rodaje 020PT (la notación “PT” hace referencia a pannier tanks, unos depósitos de agua a modo de alforjas situados en los laterales de la locomotora y adheridos a la caldera).
Sus dimensiones debían adaptarse a vías de 0,55 metros de anchura, el mismo ancho que tenían las vías del interior de las galerías mineras. Su peso es de 3.000 kg en vacío y 3.800 kg en servicio, con una fuerza de 9 CV, y sus dimensiones máximas ascienden a 2,17 m de altura y 3,10 m de longitud entre topes. Su escaso tamaño no impedía que arrastrase trenes de un peso que variaba entre 10 y 5,8 toneladas.
Según aparece en su placa de construcción, es la nº 580. Sin embargo, fue reparada utilizando piezas de sus “hermanas”, las locomotoras 581 y 582, como se puede observar en la numeración de sus bielas.
En 1877 las minas de Barruelo pasaron a manos de la Compañía de los Caminos de Hierro del Norte de España. Se produjo a partir de entonces un radical proceso de transformación con la construcción de nuevos pozos y la compra de moderna maquinaria extractiva. La modernización se completaría con la adquisición de seis pequeñas locomotoras mineras para sustituir a las caballerías.
En 1879, Norte encargó a Marcinelle & Couillet la compra de las dos primeras locomotoras. El nuevo material motor llegó en 1881, por importe de 30.000 reales, portando los números 478 y 479. Las ventajas conseguidas llevaron a la compañía ferroviaria a adquirir otras cuatro máquinas. En 1882 llegaron desde Amberes las locomotoras con placas nº 545, 580, 581 y 582.
En 1922 la sociedad Minas de Barruelo se hizo cargo de esta explotación mineral palentina. Tras diferentes avatares, en 1968 se decretó el cierre progresivo de las minas y las “maquinillas” quedaron apartadas, hasta que en 1974 fueron cargadas en dos camiones con distintos destinos. Las tres primeras –478, 479 y 545– se vendieron por un millón de pesetas y acabaron en Zaragoza, en las instalaciones de Industrias López Soriano, S.A., donde siguen actualmente.
Mejor suerte corrió la nº 580, que en marzo de 1987 fue donada por el Banco de Crédito Industrial al Museo del Ferrocarril de Madrid, donde se restauró y actualmente se exhibe como parte de la colección permanente en pleno andén.
Fotografía: Unos cuantos trenes. 5 de marzo de 2015
Texto: Museo del Ferrocarril de Madrid