domingo, 1 de julio de 2018
NOTICIAS --- Renfe no cede a la liberalización: alega contra el AVE Madrid-Francia de Air Nostrum
La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) dará luz verde al proyecto de operar una línea de ferrocarril en alta velocidad entre Madrid y Perpiñán presentado por la compañía Intermodalidad de Levante (ILSA) sin contar con el respaldo del Ministerio de Fomento. Este viernes terminaba el plazo para la presentación de alegaciones a la propuesta del organismo que preside José María Marín Quemada que autoriza las operaciones de la compañía participada por la valenciana Air Nostrum y la empresa estatal Renfe ha mostrado su posición contraria a la puesta en funcionamiento.
La sociedad ferroviaria mantiene su rechazo al reglamento elaborado por la CNMC para adaptar el régimen español a la primera avanzadilla de la liberalización: la apertura a operadores privados en líneas internacionales de pasajeros. Competencia se ha propuesto autorizar todas aquellas iniciativas que garanticen un 20% del trayecto (en kilómetros) y un 30% de los ingresos fuera del país. Este reglamento fue recurrido por Íñigo de la Serna ante la Audiencia Nacional, que denegó la suspensión cautelar solicitada por el ministerio.
El recurso no ha sido retirado, al menos por ahora, por el nuevo equipo de Ábalos, con Pedro Saura al frente de la Secretaría de Estado de Infraestructuras, de ahí que Renfe haya decidido ejercer su derecho de alegación contra la propuesta de la CNMC con la interpretación de que la liberalización internacional no tiene por qué significar la existencia de paradas dentro de un mismo estado, España en este caso.
Esto es justo lo que pretende hacer ILSA, lanzar un servicio que discurre desde Madrid hasta Perpiñán con paradas intermedias en Zaragoza o Barcelona, lo que implica una competencia frontal con el corredor de Renfe Madrid-Cataluña, uno de los más rentables (por no decir de los pocos) y de mayor tráfico de la red comercial estatal. Según la documentación aportada por la participada por los socios de Air Nostrum y el Instituto Valenciano de Infertilidad, los trenes comenzarían a transitar a partir del 5 de octubre.
Sin embargo, los retrasos en la tramitación de las autorizaciones y la ausencia, todavía, de concreción del consorcio que explotará el corredor privado mantienen en el aire las fechas de puesta en funcionamiento. ILSA está ahora en fase de búsqueda de socios, de financiación y de proveedor de locomotoras y vagones, toda vez que Renfe puede poner como excusa para no alquilar material suyo el retraso en el macrocontrato de renovación de flota por más de 3.000 millones de euros, que sigue pendiente de licitación.
La determinación de la CNMC de abrir la puerta a los servicios internacionales de pasajeros como anticipo a la liberalización completa de 2020 está animando a otros operadores a anticiparse para ensayar trayectos, como ha hecho Air Nostrum. La última solictud de autorización que llegó a los despachos del organismo regulador fue la de Arriva, filial de la alemana Deutsche Bahn, que quiere poner en marcha una nueva línea entre Vigo y Oporto y romper el monopolio de Renfe en el noroeste de España y en la conexión con Portugal.
Habrá que ver si el nombramiento del nuevo presidente de Renfe, que ha coincidido con el plazo límite para alegar contra la propuesta de la CNMC, se tradude en algún cambio tanto en la sociedad estatal como en el ministerio que dirige José Luis Ábalos. Isaías Táboas, elegido en el último Consejo de Ministros del Gobierno de Pedro Sánchez para pilotar la empresa ferroviaria, tiene en teoría un mandato corto, pero España está obligada a abrir su mercado de transporte de pasajeros a partir de 2020 por mandato comunitario.
Esto significa que uno de los retos inmediatos del nuevo jefe de Renfe debería ser preparar a la compañía para competir con otras operadoras, algo que acabará ocurriendo tarde o temprano. En Francia, los planes de adaptación al escenario de liberalización de la estatal SNCF le han costado a Emmanuel Macron sufrir huelgas muy duras convocadas por los sindicatos de la compañía que tiene el monopolio del servicio del ferrocarril. Finalmente, el presidente francés ha logrado asacar adelante sus reformas en el Asamblea Nacional francesa, no sin desgaste.
La progresiva liberalización no es ajena tampoco a la nueva presidenta de ADIF, Isabel Pardo de Vera, que llega al cargo procedente de la propia empresa, en la que trabajaba como directiva. ADIF es la titular de la infraestructuras sobre la que circularán los trenes de los nuevos operadores. Por tanto, debe negociar con estos las condiciones del servicio y el suministro de la logística necesaria para garantizar su funcionamiento, como la tensión eléctrica.
Fuente: El Confidencial