El Gobierno de España ha decidido que la empresa pública Ferrocarriles
de Vía Estrecha (Feve) se integre en Renfe dentro de su plan de reformas
para recortar el gasto de las empresas públicas y mejorar su
eficiencia.
El acuerdo ya es firme y estaba previsto que recibiera el visto bueno
durante la reunión del Consejo de Ministros de ayer, algo que finalmente
no ocurrió. Sin embargo, este anuncio provocó ayer que el presidente de
la compañía, Marcelino Oreja, anulase su visita a la localidad de San
Feliz de Torío con el objetivo de presentar la temporada del tren
turístico Transcantábrico. De hecho, acababa de llegar a León cuando se
enteró de que el anunció se había hecho público y tuvo que regresar a
Madrid.
Fuentes de la empresa ferroviaria confirmaron ayer a este periódico el
proceso para su absorción por parte de Renfe y explicaron que no
afectará en ningún caso a ninguna de las obras actualmente en marcha,
entre las que destacan las de la integración de la vía estrecha en el
casco urbano de la ciudad de León. Los cambios se centrarán
fundamentalmente en cuestiones organizativas con el objetivo de mejorar
la eficiencia de gestión de ambas compañías, según apuntan las mismas
fuentes.
La llegada de Oreja a la presidencia de Feve supuso un vuelco en el
proyecto de integración, que mantiene su plazo de conclusión para la
primera mitad de 2013, según el calendario oficial, aunque la compañía
trata de aligerar los plazos para que el ‘tren-tram’ circule durante el
primer trimestre. Ese vuelco supone una rebaja cercana al 30% sobre la
inversión prevista inicialmente. Concretamente, la cifra pasará de 71
millones de euros a sólo 45.
La rebaja mantiene el núcleo del proyecto, que supone elevar la cota de
la vía para suturar la brecha que separaba el barrio de San Mamés y la
Universidad de Mariano Andrés y la zona de la Asunción. El ajuste se
basa por tanto en el aplazamiento del ramal que se había previsto hasta
el hospital desde la calle Peligros, cuya ejecución estará supeditada a
un estudio de viabilidad que se dará a conocer en los meses de
septiembre y octubre.
Esto deriva además en que León no recibirá los cuatro tranvías que había
encargado Feve para cubrir este trayecto y en que no se electrificará
la plataforma que se está desarrollando entre la estación de Padre Isla y
el apeadero del barrio de la Asunción. Los doce maquinistas formados
para conducirlos seguirán en las bolsas de trabajo y recibirán una parte
del valor del curso como compensación.
Es preciso recordar que se habían encargado también cuatro
trenes-tranvía que se utilizarían para la línea regular de Feve y que
podrían circular tanto por la plataforma habitual como por la tranviaria
que ya se ejecuta en el acceso a la capital. Además, los trenes-tranvía
pueden funcionar con combustible, por lo que se descarta la
electrificación, un sistema muy costoso y con impacto visual que no
sería eficiente para su aplicación en un tramo de sólo dos kilómetros.
El núcleo del proyecto supone la reurbanización del entorno de la
estación, donde se prevén nuevos viales y 150 viviendas, del parque
ubicado en San Mamés y de la plaza de Juan de Austria, que ya tiene
abiertos al tráfico sus nuevos carriles.
En el mes de julio se acometerá la reforma del puente de los Maristas,
punto a partir del cual comienza a elevarse la cota de la vía, que
quedará a la altura de las calles adyacentes a la altura del citado
parque de San Mamés.
Fuente: La Crónica de León (www.lacronicadeleon.es)