Situada en pedestal junto al edificio de viajeros de la estación de Delicias, esta pequeña locomotora de vapor, construida en 1885, da la bienvenida a los visitantes que se acercan hasta el Museo del Ferrocarril de Madrid, anticipando lo que podrán disfrutar una vez que atraviesen sus puertas y accedan al interior de la Nave Central.
Esta locomotora-tanque, que muchos apodaron “cu-cú” o “cuco”, fue la primera de la única serie, formada por diez locomotoras numeradas 601 a 610, que la Compañía de los Ferrocarriles de Madrid a Zaragoza y a Alicante (MZA) encargó para los servicios de maniobras. En realidad, las locomotoras adquiridas para este fin fueron muy pocas, ya que lo habitual era reutilizar para maniobras aquellas locomotoras más antiguas y menos potentes que iban quedando obsoletas para los servicios regulares en la línea, prolongando así su vida útil durante bastantes años más.
Las locomotoras de esta serie fueron destinadas a los puertos del Mediterráneo. Son de pequeño tamaño, de dos ejes acoplados y vapor saturado, consiguiendo un esfuerzo de tracción de 2.895 kg y una potencia de 288 CV. Funcionaban con carbón, que ardía en un hogar de cobre Belpaire de cielo plano. Contaban con válvulas de seguridad basculantes Salter y distribución del vapor Walschaërts, un sistema innovador para la época. En origen, fueron suministradas de fábrica con la típica chimenea acampanada característica de las locomotoras Couillet, posteriormente sustituida por una mejor y más sencilla del tipo “tubo de estufa”.
Hasta 1966 se pudo ver a la locomotora 020-0231 trabajando en la playa de vías de la estación de Alicante. En 1978 pasó a formar parte de la colección destinada al futuro Museo Nacional Ferroviario, donde sería colocada en pedestal.
Fotografía: Unos cuantos trenes. 5 de Marzo de 2015
Texto: Museo del Ferrocarril de Madrid
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