lunes, 2 de marzo de 2009

NOTICIAS-Sólo una decena de factorías mueven en tren sus materias primas y productos.

Solo una decena de empresas de Aragón siguen moviendo sus materias primas y productos manufacturados por ferrocarril. La demanda ha caído cerca de un 20% en los últimos años, según fuentes ferroviarias, por la dura competencia del transporte por carretera y la "escasa" flexibilidad de Renfe. La irrupción de operadores privados podría cambiar algo la situación, aunque se han dado tímidos pasos hasta el momento.

La fábrica de Opel en Figueruelas y la central térmica de Andorra son los principales clientes ferroviarios en la comunidad. La planta automovilística mueve una media semanal de 54 trenes, entre los que llegan al apartadero cargados de piezas y motores para la fabricación y los que salen ya cargados de vehículos. Por su parte, Endesa moviliza 30 composiciones cada semana para alimentar de carbón a la térmica de Andorra y saca cuatro cargados de ceniza.

General Motors utiliza convoyes de casi medio kilómetro de longitud, en los que envía de una vez hasta 200 vehículos. Pese a la crisis económica, la actividad ferroviaria apenas se ha resentido en los dos primeros meses del año. "Estamos en los mismos niveles del 2008", apuntaron las citadas fuentes ferroviarias. De la planta también salieron el año pasado 120 trenes con chatarra, que se enviaron para su reciclaje a Jundiz (Vizcaya).

Una de las empresas contratistas de la multinacional, Cortasa, también recurre al ferrocarril para alimentar de materia prima su taller de corte y aplanado de chapa de acero. Hasta la estación de Grisén llegaron una media semanal de siete trenes a lo largo del año pasado cargados de bobinas metálicas.

El tráfico de Endesa es muy regular, dado que Renfe le envía desde el puerto de Tarragona el carbón surafricano que permite funcionar la central térmica de Andorra. Cada tren que llega a Samper de Calanda transporta unas 800 toneladas, repartidas en 16 vagones. "Solo se recurre al tráfico por carretera para el carbón nacional", dijeron fuentes de la compañía eléctrica.

Los envíos del resto de compañías aragonesas no llegan ni a igualar unidos el tráfico que generan las plantas de General Motors y Endesa. Torras Papel tiene contratado un tren diario de madera, procedente de Monforte de Lemos (Lugo) para suministrar a las instalaciones en Montañana. Y sale otro diario de La Montañanesa con pasta de papel para otra planta del grupo situada en Gerona.

El resto de factorías apenas mueven trenes con regularidad. "Saica antes generaba mucho tráfico, pero ahora solo recibe un tren diario con papel de reciclaje procedente de Barcelona en sus instalaciones de San Juan de la Peña. En lo que va de año solo ha sacado dos trenes", explicaron fuentes ferroviarias.

Parón en el sector metalúrgico.

En el caso de las acerías, la actividad se ha llegado a anular. El traslado de Aceralia al Polígono Tecnológico de Reciclado (PTR) ha supuesto el cese de su actividad ferroviaria. Hierros Vehizasa, que prepara su traslado a la plataforma logística, lleva más de medio año sin hacer un envío. "El año pasado solo hizo diez expediciones", dijeron.

Una empresa fiel al ferrocarril es Silos del Canfranc, que sigue bajando el cereal desde el Pirineo. Dependiendo de la temporada, envía unas tres composiciones semanales. El resto de operaciones son más esporádicas. Son los casos de la química Hidronitro de Monzón, de la cementera de Morata o de la planta de butano de María de Huerva.


Fuente: Heraldo de Aragón (www.heraldo.es)