Los tres viajes directos de los trenes AVE entre Toledo, Cuenca y Albacete se suprimirán a partir del viernes, 1 de julio, como consecuencia de la "demanda insuficiente" con que cuenta el servicio, admitió ayer el director general del área de viajeros de Renfe, Enrique Urkijo. A cambio, la compañía aumentará de 11 a 13 las frecuencias de Avant entre Toledo y Madrid, donde los usuarios del trayecto ahora suprimido podrán hacer trasbordo.
Urkijo, que ayer hizo balance de los seis meses de existencia de la conexión entre las tres ciudades castellano-manchegas, fue tajante en su valoración: "Es un desastre", dijo tras explicar que este servicio ha transportado apenas 2.796 usuarios en seis meses, mientras que estaba costando a la compañía 18.000 euros al día. Se da la circunstancia de que esta línea fue por la que se optó frente a la de Teruel, Cuenca, Madrid.
El alto cargo de Renfe explicó que mientras la línea del AVE entre Toledo y Madrid funciona "como un tiro", la que unía la capital de Castilla-La Mancha con Albacete registraba solo nueve viajeros diarios y la conexión con Cuenca, siete. En total, la media de pasajeros del servicio era de únicamente 16 personas al día.
Renfe lo puso en marcha en diciembre pasado, en respuesta a la demanda de los alcaldes de estos municipios que se han beneficiado de esta infraestructura y del entonces presidente autonómico, Juan José Barreda. Urkijo explicó que los viajes directos que se suspenden serán sustituidos por billetes combinados con los que los viajeros del trayecto Toledo-Albacete podrán enlazar trenes Avant con AVE, Alvia o Altaria. Los trasbordos en la estación de Atocha, añadió, no deben ser un "inconveniente" puesto que resultarán "más económicos" y el viaje se realizará en un "tiempo similar".
Recorte previsible.
"Era una decisión previsible", argumentó ayer el economista Germà Bel, especialista en movilidad en la Universitat de Barcelona. "Renfe ya sabía, cuando estrenó este servicio directo que no había demanda suficiente para mantenerlo, por eso, en cuanto han pasado las elecciones locales y autonómicas, lo ha suprimido", aseguró Bel.
Para el profesor de Política Económica, "lo más triste es que en el extranjero, donde en cualquier momento se puede plantear un rescate de la economía española, ya no saben si reír o llorar con el AVE". La planificación que el Gobierno ha hecho de la infraestructura ferroviaria ha sido, en su opinión, errónea, "como un cáncer que empieza ya a hacer metástasis".
Fuente: El Periódico de Aragón (www.elperiodicodearagon.com)